Aquí un recordatorio del trivial evento.
Sea posible o no, recuerdo bien ese día.
Hacer de tu aniversario un día «especial», depende totalmente de ti.
Empezando por la palabra «especial».
Puede ser un gesto grande o pequeño
pero da un significado al ciclo de tu vida.
Lo primero, tienes que acordarte tú de esa fecha. Para desarrollar cierto sentido de gratificación diferida, es decir, esperar que algo que tú consideres especialmente bueno te sea concedido o que tú te concedas.
Lo segundo, amigos y familias y allegados…pueden acordarse o no. Pueden tener un detalle contigo o no.
Pueden incluso prepararte una gran fiesta, un homenaje o esa reunión pequeña y sencilla que casi resulta un acto clandestino.
Tercer paso: Una lista de deseos. Porque de tus ilusiones, proyectos, planes y todas esas cosas que te gustaría deben seguir formando parte de ti. Las tengas o no, lo hayas conseguido o no, celébralo.
Cuarto paso: Revisión, o Inspección Técnica de tu Vehículo (ITV). Es un buen momento para programar revisiones médicas para ver qué tal van tus sentidos. Y esto no es cosa de la edad. Para tener una historia clínica se han de recoger datos. Así es como se práctica la medicina preventiva. Y es muy interesante hacerlo a una temprana edad. Cuánto más amplia, mejor. Porque tu cuerpo es un montaje orgánico que requiere mantenimiento exactamente igual que un vehículo cualquiera. Se suele hablar de que lo primero es la salud. Pues venga, primero chequeo y, luego, si es el caso tomar medidas para invertir en un concepto clave: longevidad.
Cumplir años es acumular tiempo. Pero ocurre igual que los individuos que acumulan fortunas. ¿De qué sirve «cumplir» años si no vas a hacer nada que te resulte agradable con ellos o al menos con parte de ellos?
Muchas veces esa acumulación se pudre y queda en nada.
Por último: atención a la palabra «cumplir», si en vez de «cumplir», que es como quien ficha en una fábrica, te lo planteas como «ganar» un año más, le das un valor verdadero a tu tiempo. A tu vida. Haz que valga.»
0 comentarios