Gorgojo. Es inevitable sentirse cautivado por su morfología. La perfección formal, la textura y ese morro equino propio de las fantasías oníricas.
Y saber qué ni uno solo de sus elementos está al azar. Todos cumplen un propósito por lo que el nivel de tecnificación es casi total.
Siempre me ha llamado la atención su estética híbrida parte máquina y parte organismo vivo. Por eso, no pocas veces los ingenieros recurren a la Naturaleza para diseñar sus artefactos.
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