La profesora, responsable de la hora del patio que se encontraba allí, le grita y lo echa de muy malas maneras. Que él tiene un año más y que se vaya.
Los niños que estaban jugando paran y le dicen a la profesora que les parece bien que este chico entre a jugar con ellos. ¡Que sí que entre a jugar con ellos!
La profesora mira al chaval y con un gesto despectivo le dice que no. «Aquí no queremos matones».
El chico, tras lo impactante de la situación, le dice a la profesora que va a presentar una queja a dirección.
«No importa lo que le digas a la directora. Aquí tengo quien me respalda. No te van a hacer ni caso»
Es curioso: éste es el tipo de cosas que hace y dice una matona de patio de colegio.
Y cuando esa matona de turno resulta ser la profesora, la cosa no queda solo en el abuso que ejerce sobre los estudiantes. Esa matona es la que marca a las víctimas de bullying. Es como si dijera «Éste no vale nada, podéis hacer lo que queráis con él, (porque no importa lo que diga o a donde vaya… aquí no tiene mi respaldo).
Y eso es lo que le está haciendo a los niños.
0 comentarios