Noche dorada
de un oscuro sueño,
noche dormida
sin rumbo ni dueño,
jergón en el que mi alma
despierta cada día
al final de la cotidiana vigilia.
¿Dónde estás tú que me miras?
¿Dónde está el sueño
que habitas cuando el dormir
de mis desvelos da paso
a un ferviente despertar
en el que un instante
es una eternidad?

El devenir constante que
se cierne levitando
sobre el soñar soñando,
sobre el vivir viviendo;
viviendo soñando
y soñando que se está viviendo…
¿Qué constancia de
todo ello poder yo tengo
si mis sentidos perciben
como realidad vital lo
que es y no es real?
En el fondo yo sé
que en ese presente imposible,
donde se reúnen todos los tiempos,
todo cuanto fue y será…existe
en estos momentos.

Tales son mis pensamientos,
los de una ballena que nada
en el mar de los vientos,
un cetáceo que se olvidó
de sus propios momentos
para albergar en su mente
la vastedad del firmamento.

Así pues, viajero, cuéntame
cuál es tu cuento. Tu historia;
tu sueño o lo que ves
en los espejos convexos
y cóncavos de tu memoria,
cuéntame viajero, vamos habla,
y haz de tu historia,
la historia de un nuevo pueblo.