La sensibilidad de ser y la sensibilidad de “durar”.
Veterinario: Bueno, tiene una ligera displasia. No sé exactamente qué se quiere gastar en esto (refiriéndose al perro) pero si no es su idea hacer un gran gasto, puede arreglar el asunto (refiriéndose al perro) con estas pastillas que regeneran el cartílago. Tampoco son baratas pero si quiere que el animal le “dure” puede ser una opción. (…) Porque todo depende de lo que quieras que le “dure” el animal, aunque esta raza de perros no duran mucho. Cuanto más grande es el animal menos dura, ¿sabe?
Yo: Pues usted es muy grande y está durando bastante. Por cierto, ¿qué tal anda su madre, dura aún o no?
Veterinario: Mi madre murió el año pasado (dice muy quedo)
Yo: Entiendo. Qué lástima, pero qué se le va hacer. Su madre ha durado ya mucho. Y total estaba ya muy estropeada para lo que servía ya…sin dientes, sin poder moverse y con todos esos pellejos colgando. Duró lo que tuvo que durar…Pero si siente nostalgia siempre se puede ir al geriátrico a buscar otra madre a ver si le dura un poco más y se siente acompañado. Porque todas las madres hacen compañía, ¿no?
Veterinario: Si es una broma no me ha hecho ninguna gracia.
Yo: La verdad es que no ¿acaso me ve reír? Pero así es la vida. Hay cosas que son y otras que solo están y que solo duran. Por no hablar de su milagrosa pastillita. Le diré una cosa: la Medicina no debería ser un negocio y de serlo no tendría que estar regentada por carniceros.
Veterinario: A mí nadie me habla así.
Yo: Precisamente por eso yo le estoy hablando así: porque yo NO soy Nadie, pero mi perro sí es Alguien, supongo que igual que su madre.
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